El Águila Imperial Ibérica (Aquila adalbert) es un águila cuya distribución se concentra en el arco occidental del mediterráneo. Hasta hace unos años se la consideraba una subespecie del Águila Imperial (Aquila Heliaca) pero recientes estudios de ADN han demostrado que ambas aves están sufientemente separadas para constituir dos especies distintas.
El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, aunque las hembras suelen ser más grandes y algunos ejemplares llegan a los 3,5 kg. La envergadura de las alas varía entre los 1,8 y los 2,1 metros.
El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en la parte alta de las alas y los hombros que son de color blanco. La nuca es ligeramente más clara que el resto del cuerpo y la cola es algo más oscura. Los individuos que aún no son adultos son de un color pardo rojizo en todo el cuerpo y no desarrollan el plumaje adulto hasta los cinco años, que es cuando alcanzan la madurez sexual.
Su esperanza de vida en libertad es de 20 años, aunque se han documentado casos de ejemplares que han vivido 27 años en libertad y uno en cautividad que vivió hasta los 41 años.
El Águila Imperial Ibérica es monógama, y su periodo de celo va de marzo a julio. La puesta es de 4 a 5 huevos, que incuban durante 43 días y sus nidos suelen estar situados en la copa de alcornoques o pinos. Los pollos abandonan el nido a los 70 días de nacer, pero se quedan en las inmediaciones y continúan siendo alimentados por sus padres hasta los cuatro meses.
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